Si eres un profesional de arquitectura o ingeniería, o haces parte del mundo de la construcción, seguramente habrás notado una creciente tendencia en el mercado, que busca incorporar, no solo diseños más responsables con el medio ambiente, sino, procesos constructivos más consientes y sostenibles. Por ello, en este artículo, compararemos los dos sistemas estructurales más comunes: la estructura metálica en acero y la estructura en hormigón o concreto, para así evidenciar, cuál de ellas genera el menor impacto y de qué forma podemos hacerlo más sostenible.
Si te interesa ver más diferencias entre los dos los dos sistemas constructivos, te sugerimos leer nuestro artículo Estructura metálica o estructura de concreto, ¿Cuál es más conveniente?
Impactos ambientales en los procesos de extracción
Tanto el concreto como el acero, nacen de procesos similares de extracción minera a cielo abierto, donde los materiales son transformados a altas temperaturas, por medio de hornos, y cuyo impacto ambiental y forma de mitigarlo, se asemejan. Por esta razón, no compararemos sus fases de extracción, que como ya mencionamos son muy similares, y en cambio, nos centraremos en el proceso de fabricación y montaje, donde radican sus diferencias.
Impactos ambientales en la fabricación y montaje
A continuación, mencionaremos los principales impactos ambientales que se dan en la fabricación y montaje de cada uno de los sistemas estructurales.
Estructura en hormigón o concreto:
- El uso intensivo del agua necesaria en su preparación.
- Mayor consumo de combustible, necesario para transportar un peso y volumen de concreto mayor que el que se requeriría en una estructura metálica, haciéndolo en múltiples mezcladoras, cuyos contenedores deben estar en movimiento constante, desde la planta hasta el lugar de la obra.
- Uso de materiales no reciclables como el poliestireno expandido, necesarios en la conformación de formaletas y entrepisos
- Contaminación del suelo con material sólido y líquido que se genera durante el vertimiento del concreto, y luego del fraguado, durante el retiro de la formaleta y el poliestireno empleado.

Estructura metálica en acero:
- Contaminación aérea por partículas, que se genera, durante la limpieza y preparación de las superficies metálicas, tradicionalmente realizada por abrasión con sandblasting, y en la etapa de acabados, durante la aplicación de productos químicos como anticorrosivos y pinturas.
Cabe aclarar que, los procesos de fabricación de estructuras metálicas han evolucionado en los últimos años, remplazando, por ejemplo, el tradicional proceso de sandblasting, por uno de granallado que reduce drásticamente la emisión de partículas al aire.

Pero entonces, ¿cuál de los dos sistemas constructivos es más limpio?
El proceso de fabricación y montaje de una estructura metálica es sin duda, más limpio y amigable con el medio ambiente, ya que a diferencia de la estructura en concreto, no requiere de agua y por lo tanto se trabaja en un espacio de obra más limpio, no se contamina el suelo, ni se requiere de otros materiales no reciclables como el poliestireno expandido; pero la que quizás, sea su mayor ventaja, es que la totalidad de la estructura metálica, puede ser desensamblada y reutilizada al final de su vida útil, a diferencia del concreto.
Sin embargo, si lo que buscamos es conseguir la menor huella de carbono posible, por ejemplo en la construcción de un nuevo edificio, no bastará con elegir una estructura metálica en acero, sino que además, debemos seleccionar con cuidado el proveedor para su diseño, fabricación y montaje, asegurándonos de que cuente con políticas de sostenibilidad y buenas prácticas orientadas a la eficiencia y el cuidado del medio ambiente, ya que de esta forma, será posible reducir aún más y de manera significativa, cualquier impacto ambiental propio este sistema constructivo, como por ejemplo, el que se origina en las etapas de limpieza y acabados ya mencionados.
Para explicar mejor que significa este concepto de un proveedor con conciencia ambiental, pondremos el ejemplo de TECMO, donde por años hemos realizado esfuerzos para reducir el impacto de nuestra actividad, y por los cuales hemos sido reconocidos, logrando por ejemplo, reducir nuestra huella de carbono en un 27%, gracias a la adquisición de nuevos equipos y tecnologías, que hoy nos permiten una mayor eficiencia energética y una reducción significativa de emisión de partículas al aire, además de otras iniciativas, como la reutilización del polvo de la granalla en la fabricación de ladrillos ecológicos, o el aprovechamiento de residuos orgánicos y de aguas lluvias en la planta, que nos hay ayudado, por ejemplo, a reducir en un 20% el consumo de agua proveniente de acueducto.
Por último, es importante destacar un aspecto fundamental de nuestro enfoque medio ambiental, el cual hace parte de la asesoría que damos a nuestros clientes, y que se traduce en eficiencias y ahorros en un uso inteligente de los productos anticorrosivos y pinturas en la fase de acabados.
Si quieres saber más sobre acabados en estructuras metálicas, lee cómo elegir el acabado adecuado para una estructura metálica https://tecmo.com.co/como-elegir-el-acabado-adecuado-para-una-estructura-metálica y además te puede interesar nuestro artículo sobre ¿Cómo reconocer la calidad de un fabricante de estructura metálica?
Así es como vivimos nuestra responsabilidad como empresa, nuestra convicción de una economía circular, y nuestro compromiso con la sostenibilidad, por eso, si quieres que tu próximo proyecto tenga la menor huella de carbono, elige la estructura metálica como sistema y escríbenos para recibir la mejor orientación y acompañamiento.
Juan Carlos Camargo
Jefe de Operaciones, TECMO